Querido Hermano Sergio,
No sé si servirán las palabras que escribo para expresar correctamente lo que siento. No estoy seguro de que una duda tan grande, de que un dolor tan grande, quepa en estos párrafos. ¿Por qué tomó el destino tan dura resolución? ¿Por qué te arrancó la vida sin darnos siquiera la chance de ayudarte? ¿Por qué optaste por sufrir en silencio un camino y un destino no deseados hasta pasar el límite de tu resistencia?
Conociéndote sé que la última pregunta sola se responde. Tan grande era tu corazón, tan grande era tu bondad, que a nadie has querido decepcionar, que a nadie has querido lastimar. Y eso te engrandece hermano...
Hasta el final transmitiste alegría a todos, como siempre lo has hecho. Ahora que te toca transitar otros caminos y otros destinos es mi más profundo deseo que encuentres mucha Paz y mucho Amor. Que tu sendero sea suave, que a muchos puedas alegrar y que ya no debas enfrentar duras encrucijadas nunca más.
Te quiero mucho hermano. Toda tu familia, y todos los que tuvieron el privilegio de tratarte te quieren mucho. Tu recuerdo así permanecerá entre nosotros.
Hasta siempre.
Hugo
1/7/2005